













Después de un buen desayuno por el camino, nos dirigimos mi esposa y yo hacia la Rocina en el Rocío, una vez allí la mañana salió un poco gris con mucha bruma, pero sobre las 11 de la mañana llego una Tarabilla hembra y comenzó la ilusión, que por cierto duro poco así que cogimos los bártulos y nos fuimos hacia El Acebuche donde echamos el día entre Ánades, Urracas, Cogujadas y Rabilargos estuvimos entretenidos, que de eso se trataba además de irle cogiendo el royo al Digis.